¿Nos toman por idiotas?. La insólita ( y mediática) puesta en escena respecto al triple crimen
Por Christian Sanz
Hace unos días, desde este periódico se comentó la enorme preocupación que había comenzado a invadir al Poder Ejecutivo debido a los avances judiciales llevados a cabo por los independientes fiscales de Mercedes, Juan Bidone y Daniel Vivanco.
A contramano de lo que venía haciendo el juez Federal de Zárate-Campana, Federico Faggionato Márquez -quien desde un primer momento pretendió cerrar la investigación en una veintena de mexicanos inocentes y ningún argentino-, ambos funcionarios han avanzado contundentemente en una dirección que a las claras deja en evidencia la modorra del mencionado magistrado.
El nerviosismo fue tal que, el viernes pasado, comenzó a circular el rumor de que el ministro de Justicia -y, eventualmente el jefe de la cartera de Interior, Florencio Randazzo- dejaría su cargo por el mal "manejo" que ha hecho de esta causa judicial. La misma presión llegó al despacho de Faggionato Márquez, quien sufrió una fuerte embestida por parte del hiper kirchnerista Carlos Kunkel a través del Consejo de la Magistratura.
El juez no se quedó atrás y dio una serie de advertencias al poder político en el marco de una entrevista concedida al programa radial de Víctor Hugo Morales, La Mañana. Allí advirtió que aún no había embestido contra los "peces gordos" y deslizó que en la causa judicial que tiene a su cargo, habían aparecido sorpresivos vínculos entre Sebastián Forza y Claudio Uberti a través de la "multisecretaria" Victoria Bereziuk.
A partir de esas palabras, ningún funcionario del kirchnerismo volvió a hablar del tema.
Impacto final
Luego del tembladeral del viernes, no hubo mejor momento que el fin de semana para la segunda fase del "operativo distracción". Por un lado, se detuvo "casualmente" a un hombre calificado como el "mayor proveedor de efedrina de los carteles mexicanos" desde la Argentina. Según el propio ministro de Justicia y Seguridad, el detenido -Mario Roberto Segovia- venía siendo investigado hace al menos dos años, lo cual lleva a hacerse dos preguntas: ¿Por qué se lo detuvo recién ahora, permitiéndole seguir proveeyendo de efedrina a cárteles de narcotraficantes mexicanos? ¿Qué tiene que ver con la causa de Faggionato Márquez, iniciada hace mucho menos que dos años?
Lo más insólito es que nadie se animó a refutarle al ministro Aníbal Fernández la falacia de decir que este era el mayor proveedor de efedrina argentino. Como se viene denunciando en Periódico Tribuna, hay una droguería llamada Josué -ubicada no casualmente en General Rodríguez- que está a la cabeza de la venta de efedrina y que nadie investiga.
Otra de las firmas relacionadas a los precursores químicos que está exenta de indagación alguna es El Ciclón, oportunamente denunciada por este medio (1).
La segunda parte del operativo distractivo se dio hace unas pocas horas en el programa La cornisa, conducido por el incombustible Luis Majul. Allí, confluyeron el juez Faggionato Márquez y algunos otros impresentables relacionados a la causa judicial por el triple crimen, como Solange Bellone, quien insiste en decir que no sabe nada de nada, al tiempo que da detalles de cuestiones puntuales que demuestran lo contrario. Por caso, anoche se cansó de asegurar que el dinero que Sebastián Forza había aportado a la campaña del Frente para la Victoria en el 2007 era real y concreto.
Dos hechos refutan las palabras de la viuda: primero, el propio Forza admitió a quien escribe estas líneas que no había puesto un solo peso, solamente su firma. Segundo, la Justicia acreditó oportunamente que esos cheques no tenían fondos. Tal es así, que el propio kirchnerismo, en su oportuna rendición de cuentas, declaró haber recibido dinero "liquido" por parte del fallecido empresario, a pesar de que es público que todo se hizo a través de cheques de una de sus droguerías.
Las contradicciones de Solange a esta altura no llaman la atención de nadie, aunque sí sería productivo que explicara cuál fue -y es- su real participación en las sociedades de su marido. Lo mismo cabe para uno de sus abogados, Rubén Ramírez, quien también oculta más de lo que cuenta.
Concluyendo
Es una verdad de perogrullo asegurar que seguirán cayendo "perejiles" en las redes de la Justicia de Zárate-Cámpana, de la mano del inefable Faggionato Márquez. Más obvio aún es el hecho de que, más temprano que tarde, la mentira caerá por su propio peso.
Por caso, uno de los mexicanos presos por la causa de la efedrina, Rodrigo Pozas, ha abierto en las últimas horas un blog en Internet (http://www.rodrigopozas.com) donde deja al descubierto algunas de las insólitas medidas de la Justicia en su contra y admite que se siente "inculpado, incriminado, amenazado y puesto precio a su cabeza".
No hay mentira que pueda sostenerse en el tiempo, y menos aún cuando se intenta imponer de manera tan imbécil. Lo único que ha evitado hasta ahora que este culebrón genere el escándalo que merece, es la descomunal presión oficial que ha habido sobre la Justicia y los medios.
Pero ya lo dice el refrán: "no hay mal que dure cien años".
Fuente: Tribuna de Periodistas
La insólita ( y mediática) puesta en escena respecto al triple crimen
