Quisiera decirles, que mientras Ustedes tengan su acto, miles de argentinos llorarán también pero en silencio la muerte de sus seres queridos a manos de vuestros hijos.
Por Gustavo José García
Señoras Estela y Hebe:
Seguramente este 24 de Marzo de 2010, Hebe de Bonafini y Estela Carlotto, como íconos mediáticos de la lucha por los derechos humanos, junto a Madres y Abuelas serán parte de una serie de eventos de recordación por la muerte de sus hijos y nietos, y de tantos otros que desaparecieron en un período que nadie quiere vuelva a repetirse en la historia de nuestro País.
Quisiera decirles, que mientras Ustedes tengan su acto, miles de argentinos llorarán también pero en silencio la muerte de sus seres queridos a manos de vuestros hijos. Son familias que a lo largo de este y otros gobiernos no han podido darles para la Ley a sus respectivos padres, hermanos e hijos la categoría de “seres humanos” porque para vuestro Estado quienes murieron a manos de la guerrilla sin importar las circunstancias, no pueden gozar de “derechos humanos” y por lo tanto reclamar la justicia que les corresponde.
Cuán parcial es la historia en momentos de este gobierno nacional y popular, y que conveniente si tenemos en cuenta las jugosas cifras que todos los ciudadanos les seguimos desembolsando a los familiares de sus víctimas. Resarcimiento que por otra parte les fue negado a muchas familias que con botas o sin ellas, no formaban parte de las organizaciones guerrilleras que se alzaron contra nuestra Constitución y que hoy la historia más benévola ha transformado en “jóvenes idealistas”.
Me pregunto muchas veces, ¿porque argentinos que casi ni vivimos esa parte de la historia y las generaciones que vendrán, tendremos que continuar soportando esa victimización sistemática y esa intolerancia que coloca del lado de Satanás a todo aquel que no piense como Ustedes?, descalificándolo, politizando absolutamente todo y desvirtuando las razones por las cuales Azucena Villaflor y Alicia De la Cuadra formaron los núcleos iniciales de Madres y Abuelas.
Las vuestras son organizaciones mundialmente reconocidas por su lucha por los derechos humanos, y sin embargo abrazan causas como la del dictador cubano Castro que viola desde hace décadas el más elemental de los derechos. Hace algunos días leía con asombro como el embajador de Israel anunciaba a la prensa que ellos, por Israel, ya habían identificado y asesinado sin juicio previo, ¡desde el Estado!, a los responsables de los atentados a la Embajada de Israel en Argentina. Curiosamente en días posteriores no se vio ningún comunicado reprochando el asesinato de “jóvenes idealistas” musulmanes por parte de ninguna organización y mucho menos de nuestro gobierno pidiendo alguna explicación.
¿Porqué esa parcialidad para tratar de humano según la ideología?. A medida que pienso en ello me quedan más interrogantes que certezas, y mientras rumeo mas noticias viejas vienen a mi memoria ejemplos de intolerancia que a medida que pasan los años voy suponiendo que persiguen otro fin.
La persecución del militar padre de la jueza Sarmiento, los dichos de Bonafini cuando falleció Juan Pablo II y sus apreciaciones cuando derrumbaron las torres gemelas llevándose miles de vidas “humanas”. Sólo por dar unos poquísimos pero emblemáticos ejemplos de la tolerancia de la que hacen gala.
Transitamos el año del BICENTENARIO, y estamos muy lejos de vivir la Patria Grande que San Martín soñó. Diría que lo único que logramos cumplir es aquello que expresaba un documento del Foreign Office fechado el 4 de Julio de 1945, en donde se establecía que el sometimiento y la humillación de la Argentina, eran objetivo del Departamento de Estado para tener el control del hemisferio. Cuanta responsabilidad tenemos en ello.
Vivimos constantemente mirando hacia atrás. Con pésimos administradores de nuestra democracia hemos sabido elegir los gobernantes adecuados para ser funcionales a aquellos intereses foráneos. Con aumento de la pobreza, nula inversión en educación, subsidios en lugar de trabajo, falta de madurez política, “mucho chorro” como representantes del pueblo; 50 años arruinando nuestra sociedad. ¿Por qué no aprovechar este año tan especial para recordar y hacernos sentir orgullosos por todas las generaciones de compatriotas que entregaron sus vidas por el sueño de la Patria, que nos demostraron con su ejemplo que ella está por encima de los intereses de los hombres?, ¿No sería mejor honrar su sacrificio trabajando por la unidad?
Los argentinos que no vemos demonios, que no adoptamos posiciones maniqueas, que sólo nos levantamos temprano para viajar apretados a trabajos mal remunerados, en una vida que contrasta a la opulencia que la dirigencia nos enrostra diariamente y sin ningún pudor; deseamos no escuchar mas los discursos del rencor. Requerimos soluciones a nuestras necesidades que son del presente. Queremos cerrar heridas y poder comenzar a mirar hacia adelante. Recordando la historia pero en su totalidad, sin odios. No deseamos ver más sus sonrisas en los palcos oficiales, porque no hay nada que festejar.
Ruego a Dios que en su infinita sabiduría las ilumine, para que puedan darse cuenta que el que piensa diferente no es el enemigo, y que nos merecemos la oportunidad de crecer, de tener un futuro mejor. Aprendiendo de países como España, o Uruguay cruzando el río, o de Chile aquí al lado, cuyas sociedades a pesar de sus terribles heridas apostaron al futuro. "A no vivir de la nostalgia" – según el ex tupamaro hoy presidente uruguayo Mujica. ¡Qué lección!
Ruego a Dios que en su infinita sabiduría las ilumine, y si Ustedes no cambian su rumbo haga que el tiempo pase rápido, y así desde la Casa de Nuestro Señor puedan seguir trabajando guiadas por Él, para que quizás y sólo quizás, desde allí puedan encontrar el perdón que el odio hoy les niega y al resto nos perjudica.
Va el modestísimo y pequeñísimo aporte de un laburante más del montón, para intentar hacerles llegar lo que pienso y lo que siento, que es posible sea el pensar y el sentir de muchos, lo supongo. Para decirles que de esta forma no progresamos, que tienen que cambiar, estamos cansados del daño que nos están haciendo.
No pierdo la esperanza que alguna vez podamos ponerles a todos Ustedes un límite, un hasta aquí llegaron. Por mi parte haré lo que esté a mi alcance para ser fiel a esa esperanza, no perseverar es de cobardes.
Politica y Desarrollo
NOTIAR
Agrupación Suboficiales del MERCOSUR
Blogs CLARIN
El Martillo Judicial
Libro de Quejas
Por Gustavo José García
Señoras Estela y Hebe:
Seguramente este 24 de Marzo de 2010, Hebe de Bonafini y Estela Carlotto, como íconos mediáticos de la lucha por los derechos humanos, junto a Madres y Abuelas serán parte de una serie de eventos de recordación por la muerte de sus hijos y nietos, y de tantos otros que desaparecieron en un período que nadie quiere vuelva a repetirse en la historia de nuestro País.
Quisiera decirles, que mientras Ustedes tengan su acto, miles de argentinos llorarán también pero en silencio la muerte de sus seres queridos a manos de vuestros hijos. Son familias que a lo largo de este y otros gobiernos no han podido darles para la Ley a sus respectivos padres, hermanos e hijos la categoría de “seres humanos” porque para vuestro Estado quienes murieron a manos de la guerrilla sin importar las circunstancias, no pueden gozar de “derechos humanos” y por lo tanto reclamar la justicia que les corresponde.
Cuán parcial es la historia en momentos de este gobierno nacional y popular, y que conveniente si tenemos en cuenta las jugosas cifras que todos los ciudadanos les seguimos desembolsando a los familiares de sus víctimas. Resarcimiento que por otra parte les fue negado a muchas familias que con botas o sin ellas, no formaban parte de las organizaciones guerrilleras que se alzaron contra nuestra Constitución y que hoy la historia más benévola ha transformado en “jóvenes idealistas”.
Me pregunto muchas veces, ¿porque argentinos que casi ni vivimos esa parte de la historia y las generaciones que vendrán, tendremos que continuar soportando esa victimización sistemática y esa intolerancia que coloca del lado de Satanás a todo aquel que no piense como Ustedes?, descalificándolo, politizando absolutamente todo y desvirtuando las razones por las cuales Azucena Villaflor y Alicia De la Cuadra formaron los núcleos iniciales de Madres y Abuelas.
Las vuestras son organizaciones mundialmente reconocidas por su lucha por los derechos humanos, y sin embargo abrazan causas como la del dictador cubano Castro que viola desde hace décadas el más elemental de los derechos. Hace algunos días leía con asombro como el embajador de Israel anunciaba a la prensa que ellos, por Israel, ya habían identificado y asesinado sin juicio previo, ¡desde el Estado!, a los responsables de los atentados a la Embajada de Israel en Argentina. Curiosamente en días posteriores no se vio ningún comunicado reprochando el asesinato de “jóvenes idealistas” musulmanes por parte de ninguna organización y mucho menos de nuestro gobierno pidiendo alguna explicación.
¿Porqué esa parcialidad para tratar de humano según la ideología?. A medida que pienso en ello me quedan más interrogantes que certezas, y mientras rumeo mas noticias viejas vienen a mi memoria ejemplos de intolerancia que a medida que pasan los años voy suponiendo que persiguen otro fin.
La persecución del militar padre de la jueza Sarmiento, los dichos de Bonafini cuando falleció Juan Pablo II y sus apreciaciones cuando derrumbaron las torres gemelas llevándose miles de vidas “humanas”. Sólo por dar unos poquísimos pero emblemáticos ejemplos de la tolerancia de la que hacen gala.
Transitamos el año del BICENTENARIO, y estamos muy lejos de vivir la Patria Grande que San Martín soñó. Diría que lo único que logramos cumplir es aquello que expresaba un documento del Foreign Office fechado el 4 de Julio de 1945, en donde se establecía que el sometimiento y la humillación de la Argentina, eran objetivo del Departamento de Estado para tener el control del hemisferio. Cuanta responsabilidad tenemos en ello.
Vivimos constantemente mirando hacia atrás. Con pésimos administradores de nuestra democracia hemos sabido elegir los gobernantes adecuados para ser funcionales a aquellos intereses foráneos. Con aumento de la pobreza, nula inversión en educación, subsidios en lugar de trabajo, falta de madurez política, “mucho chorro” como representantes del pueblo; 50 años arruinando nuestra sociedad. ¿Por qué no aprovechar este año tan especial para recordar y hacernos sentir orgullosos por todas las generaciones de compatriotas que entregaron sus vidas por el sueño de la Patria, que nos demostraron con su ejemplo que ella está por encima de los intereses de los hombres?, ¿No sería mejor honrar su sacrificio trabajando por la unidad?
Los argentinos que no vemos demonios, que no adoptamos posiciones maniqueas, que sólo nos levantamos temprano para viajar apretados a trabajos mal remunerados, en una vida que contrasta a la opulencia que la dirigencia nos enrostra diariamente y sin ningún pudor; deseamos no escuchar mas los discursos del rencor. Requerimos soluciones a nuestras necesidades que son del presente. Queremos cerrar heridas y poder comenzar a mirar hacia adelante. Recordando la historia pero en su totalidad, sin odios. No deseamos ver más sus sonrisas en los palcos oficiales, porque no hay nada que festejar.
Ruego a Dios que en su infinita sabiduría las ilumine, para que puedan darse cuenta que el que piensa diferente no es el enemigo, y que nos merecemos la oportunidad de crecer, de tener un futuro mejor. Aprendiendo de países como España, o Uruguay cruzando el río, o de Chile aquí al lado, cuyas sociedades a pesar de sus terribles heridas apostaron al futuro. "A no vivir de la nostalgia" – según el ex tupamaro hoy presidente uruguayo Mujica. ¡Qué lección!
Ruego a Dios que en su infinita sabiduría las ilumine, y si Ustedes no cambian su rumbo haga que el tiempo pase rápido, y así desde la Casa de Nuestro Señor puedan seguir trabajando guiadas por Él, para que quizás y sólo quizás, desde allí puedan encontrar el perdón que el odio hoy les niega y al resto nos perjudica.
Va el modestísimo y pequeñísimo aporte de un laburante más del montón, para intentar hacerles llegar lo que pienso y lo que siento, que es posible sea el pensar y el sentir de muchos, lo supongo. Para decirles que de esta forma no progresamos, que tienen que cambiar, estamos cansados del daño que nos están haciendo.
No pierdo la esperanza que alguna vez podamos ponerles a todos Ustedes un límite, un hasta aquí llegaron. Por mi parte haré lo que esté a mi alcance para ser fiel a esa esperanza, no perseverar es de cobardes.
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