Walter Giannoni
la voz del interior
Entre el 5 y el 20 por ciento. Ése es el nivel de caída en las ventas que declaran, en una primera lectura para lo que va de abril, propietarios de comercios del interior, entre los que se ubican quienes venden productos de consumo masivo hasta los que comercializan electrodomésticos, vehículos y maquinarias.
Entre el 5 y el 20 por ciento. Ése es el nivel de caída en las ventas que declaran, en una primera lectura para lo que va de abril, propietarios de comercios del interior, entre los que se ubican quienes venden productos de consumo masivo hasta los que comercializan electrodomésticos, vehículos y maquinarias.
Ya es conocido que los productores enfriaron sus consumos en función de la incertidumbre que les plantea la actual pelea con el Gobierno, pero también por una razón de corte estacional: en estos días trabajan en tareas de trilla, tranqueras adentro.
Pero en localidades enclavadas en la región agropecuaria, la caída de la demanda se siente en sectores asalariados cuyos puestos de trabajo dependen de fábricas o prestadores de servicios al campo. El recorte de horas extras y el aumento de precios en productos de la canasta alimentaria derivaron en una retracción del consumo.
Jorge Bongiovanni, titular de la cadena Delfín –que cuenta con 50 bocas ubicadas precisamente en el interior provincial–, estimó que las ventas declinaron entre el 5 y el 15 por ciento.
“Lo que más se siente y desalienta las compras es cierto malestar en el público que no tiene claro qué va a pasar con sus ingresos”, comentó.
Para el empresario, el grueso de las compras se concentra en productos de primera necesidad, con una retracción en aquellos artículos de precio mayor y en los considerados suntuarios.
También asoma una vuelta a las segundas marcas dentro de una misma línea, dato que fue corroborado por un fabricante de bebidas sin alcohol consultado por este diario. Creció, por ejemplo, la venta de jugos en polvo que valen un tercio de lo que cuesta una gaseosa.
Ricardo Colla, presidente del Centro Comercial de San Francisco, explicó que durante el paro del campo cayó un 30 por ciento la venta en esa ciudad y hasta el momento no se advierte una recuperación. “Los comerciantes están preocupados porque la gente está desconfiada y no se anima a gastar, lo que se suma al crecimiento de los precios”, indicó.
Como contrapartida a lo que había señalado el ministro de Industria, Comercio y Trabajo, Roberto Avalle, el directivo observó que en San Francisco ya hay agroindustrias con bajas de puestos de trabajo o suspensión de turnos de actividad.
En Río Cuarto, la fundación de análisis económico EGE informó ayer que el indicador de actividad económica (IAE) está, en el primer trimestre de 2008, 14,5 por ciento por debajo del nivel del cuatro trimestre del año pasado, período donde se había detectado un pico de crecimiento.
En tanto, la Municipalidad de esa ciudad comenzó a diseñar medidas de contención del gasto frente a la caída de la actividad económica y su probable impacto en la coparticipación. Marcelo Terzo, secretario de Economía, dijo que en dos semanas estará medido el impacto real de la protesta agraria.
Comerciantes corroboraron el enfriamiento de las ventas, pero también explicaron que en los últimos días asoma un leve repunte. José Redolfi, uno de los principales distribuidores mayoristas del interior, tiene una explicación propia para esto: “Hay gente que está haciendo previsiones por si la situación se complica después del 2 de mayo”, fecha en la que los productores podrían volver a las rutas.
“Todo lo que uno lleva a los comercios minoristas se vende. Esto puede responder también a que hay problemas para conseguir mercadería. Aceite, azúcar y harina hay poco. Si llevamos 10 ó 100 productos, nos compran todos”, comentó.
En Córdoba capital apareció, por otro lado, un dato para observar con atención. Los contratos para la construcción de grandes superficies (naves industriales o depósitos, por ejemplo) han desaparecido. “Estamos a un 30 por ciento de nuestra actividad habitual”, dijo una fuente de una fábrica de estructuras de premoldeado de hormigón.