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N° 344 - Sin pena ni gloria... para ellos!

----Mensaje original----
De: Horacio

Estimados:
En el envío anterior, en la nota "La tristeza de mi Amigo el Marino", su autor se refírió al pasado 17 de Mayo -Día de la Armada- diciendo que "...El día había sido festejado en un buque en navegación, sin su Comandante en Jefe, y hubo una revista naval que nadie vio...". Así, el Día de la Armada pasó -como se dice- sin pena ni gloria; obviamente, otra de las tantas maniobras K. para "desaparecer" a las otrora gloriosas FFAA de la Nación de la mente de los argentinos. ¿Por qué habríamos de esperar que hoy, 29 de Mayo, Día del Ejército, las cosas fueran distintas?.

También, lamentablemente, para el gobierno y los actuales mandos castrenses, el día pasó como el 17: sin pena ni gloria... pero para ellos, energúmenos, almirantes y generales K., que poco tienen de aquellos hombres a los que los argentinos homenajeábamos, orgullosos, en esas fechas. Como seguramente lo seguiremos haciendo pese a los esfuerzos de la mentira, y aún con más fervor y pasión, cuando "los de hoy" se hayan retirado, indignamente, a sus guaridas y aguantaderos. La historia, la verdadera, la completa, seguirá sin embargo cantando loas a los héroes de nuestras FFAA.


Fragmento de una nota del TCnl. Larrabure, escrita en cautiverio: VIVA EL EJERCITO ARGENTINO.

La foto que precede es de un fragmento de una nota escrita -durante su martirio- por el Tcnl. Argentino del Valle Larrabure, secuestrado, torturado y finalmente asesinado por terroristas durante un gobierno constitucional. Sus secuestradores, torturadores y asesinos son hoy llamados "jóvenes idealistas" por este gobierno, el mismo que junto con Bankito y sus yénerals K. acaba de sancionar a varios Sres. Oficiales del Ejército (el de antes...) por concurrir de uniforme a un acto en que se recordó a Larrabure y a otros miles de víctimas del "idealismo" de "erp", "montoneros" y demás, el pasado 24/5/06 (Boletín Oficial, 28/05/07 ESTADO MAYOR GENERAL DEL EJERCITO Decreto 605/2007 - "Ratifícanse las sanciones disciplinarias impuestas por el señor Jefe del Estado Mayor General del Ejército, mediante Resolución del 15 de enero de 2007...").
Como bien dice el amigo Horacio Rodríguez en su "Argentina con lupa" de hoy, el nergúmeno mayor "parece haberse decidido a celebrar este día a su modo" ratificando ayer -casualmente...- las sanciones que su lamebotas mayor Bankito aplicara en enero pasado. Continúa mi tocayo en su informe: "...cabe entender que la sanción es un modo celebratorio de la fecha (Día del Ejército), algo que resulta significativo y expresivo de una política".

Como tantas otras veces desde que la cobardía, la deshonra y la indignidad tomaron posiciones en las jefaturas de las ffaa K., recuerdo aquella frase que papá repetía ante estas injusticias: "Hay castigos que honran", mensaje que humildemente les hago llegar a los Sres. Generales Juan Miguel Angel GIULIANO y Juan Ramón MABRAGAÑA, los Sres. Coroneles Miguel Angel SCIURANO, Rodolfo Jorge SOLIS, José Gaspar CHAS y Guillermo César VIOLA y el Sr. Teniente Coronel Emilio Guillermo NANI.

                                                        

Ojalá que ese grito escrito del Tcnl. Larrabure, VIVA EL EJERCITO ARGENTINO, resuene lo suficientemente alto como para motivar a las futuras generaciones de militares a que recuperen su historia, completa, y no mutilada como sus autoridades actuales -arrodilladas ante el montonerismo en el poder- se las quiere vender. No me caben dudas que entre los verdaderos miembros del Ejército de San Martín hay todavía hombres dispuestos a demostrar porqué el 29 de Mayo es un día de gloria, mal que les pese a los generales K. y a sus amos de turno. "No es lo mismo vestir el uniforme militar, que serlo" (General Manuel Belgrano).

En estos días de conmoción en Venezuela, hoy feudo dictatorial del payaso bolivariano amigo de K., suenan los versos de una canción de Billo´s Frometa, que habla de las ffaa chavistas y su "mirar para otro lado" mientras el tirano se hace del poder absoluto. Dice así... y por algo me resulta conocida:

"La Marina tiene un bruto
muy  corrupto y glotón.
El Ejército tiene un monje
desorientado y  llorón.
La Aviación tiene un águila
sin plumas y espuelón..."

En un nuevo aniversario del asesinato del General Aramburu a manos del terrorismo (hecho olvidado para la historia, parece...), van abajo las noticias acostumbradas, comenzando por una muestra de hipocresía difícil de igualar, siguiendo por algo de historia del glorioso Ejército Argentino (ese que muchos extrañamos), y terminando con el discurso de un general con cojones (sorry, ladies!) que no, no es argentino (¿por qué, imagino, nadie se sorprende ante mi comentario?).
Saludos,
Horacio


Hipocresía (y me quedo corto...).
Yolanda Pulecio es la madre de Ingrid Betancourt, política colombiana y ex candidata a presidente de su país, que desde hace más de cinco años (sí, CINCO años!) permanece secuestrada en manos de los terroristas de las FARC. Con su mejor cara de piedra, la primera dama-senadora-tal vez candidata-siempre viajera lady Cristina K. la recibió esta tarde en Olivos (la casa en la que nunca iba a vivir, ¿se acuerdan?), y no se le movió un músculo de la trucha cuando la Sra. Pulecio le agradeció el apoyo recibido en su búsqueda de una solución para que su hija sea liberada!!!!!!.



Foto: Cristina "cara de piedra" Kirchner y la madre de la secuestrada por las FARC.

¡Pobre Sra. Pulecio! Seguramente no sepa que a quien agradeció disfruta una lamentable -pero firme- amistad con quien es la principal aliada de las FARC en Argentina, la madre de terroristas y putativa del presidente, Hebe de Bonafini. "Nosotros estamos buscando el apoyo de todos los países que respetan los derechos humanos", dijo la señora. ¡Y justo viene a pedirlo a la amiga de la mejor amiga de los secuestradores de su hija!!!!!!!!!! (¿Cómo era eso de "el amigo de mi enemigo..."?). La madre de la secuestrada Ingrid dijo que Lady C. prometió que tanto ella como K. "va a apoyarme con toda la fuerza que se puede". ¡Sí, claro! Espere sentada, Sra. Pulecio: al hijo de la Dra. Hilda Molina, prisionera de Castro, estos delincuentes le dijeron exactamente lo mismo. Y la Dra. sigue en su prisión cubana.



Foto: Lady C. y la madre putativa.

Definitivamente, la mamá de la secuestrada Betancour no debería hacerse muchas ilusiones respecto de lo que su visita a Lady C. puede significar para su hija. No hace mucho, la Bonafini celebraba el aniversario de la creación de las FARC, en la pseudo-universidad que dirige y que Lady C. y su pingüino esposo le subvencionan!!!!.

Foto: volante de la pseudo-universidad de la Bonafini, celebrando la creación de la terrorista FARC.

Como hemos dicho en otras oportunidades: NO LES ENTRAN LAS BALAS!!!!!!.Lamentablemente, aún hay giles -de todas las nacionalidades- que les creen.

De glorias... que no deberían ser pasadas.
"Actos heroicos"; algo de historia del Ejército Argentino (el de antes). No recuerdo quien me lo envió; mis disculpas al autor por no poder identificarlo. Con este mi saludo de ¡Feliz Día del Ejército! a todos los amigos verde oliva.

De numerosos militares argentinos quedaron gestos o expresiones que aseguraron su ingreso en la historia con recuerdos memorables.
    
El coronel Pringles, por ejemplo, junto a un puñado de granaderos, fue acorralado por fuerzas realistas muy superiores al borde de un promontorio. Pringles y sus hombres quedaron encerrados con el abismo a sus espaldas, mientras los enemigos se les echaban encima. No dudó y ordenó espolear las cabalgaduras hacia el vacío. En honor a la justicia, debe decirse que la hidalguía del coronel español no fue mínima: salvó del mar a Pringles y a sus hombres y les dio la libertad, en premio a semejante arrojo.
    
El general Lavalle protagonizó muchas anécdotas. Una de ellas fue la legendaria carga al frente de su batallón al grito de "a degüello", que lo hizo merecedor de ser llamado "el león de Riobamba". Sin embargo, el incidente con Bolívar sirvió para pintarlo con mayor precisión. Participaba con otros jefes de una reunión del Estado Mayor de las fuerzas combinadas, escuchando frente a un mapa las indicaciones que impartía el militar colombiano.
    
Lavalle lo interrumpió con algunas observaciones discrepantes y el mariscal, en la plenitud de su poder y gloria, le contestó en tono irritado: "Teniente coronel, por impertinencias menores he mandado fusilar a generales". Lavalle no se arredró y apoyó la mano sobre el pomo de su arma para contestarle con calma imperturbable: "Señor, los generales que fusilasteis no empuñaban este sable".
    
En la batalla de Don Gonzalo, el mayor Levalle, al mando del "5° de fierro", tenía orden de cargar al oponente. A punto de hacerlo, recibió la contraorden del general Gainza: debía replegarse. Levalle la ignoró y continuó los aprestos. El general despachó  un ordenanza reiterando el parte, que el subordinado otra vez desoyó. Impaciente, Gainza envía otro ayudante con una orden perentoria: "Desista del ataque o le mando pegar cuatro tiros".
    
Levalle vuelve a hacer oídos sordos, arremete al frente de sus hombres --eran infantes; en esa época, el jefe debía marchar montado-- y recibe un disparo en la rodilla. Impávido, chorreando sangre, continúa la carga, que dura varias horas, y concluye por aplastar la resistencia de los adversarios. Al final, con el último aliento, se presentó al general Gainza: "Señor, vengo a que me pegue los tres tiros que faltan; el cuarto me lo dieron en la batalla".
    
La lista de estos ejemplos, para fortuna de nuestro orgullo nacional, es muy larga. El general Belgrano desenvainó delante de sus soldados y marchó al frente de la formación en la recordada batalla de Tacuarí. Fue instado a preservarse en retaguardia, pero desoyó los reclamos: "Por la Patria da lo mismo morir a los 40 que a los 60 años", dijo.
    
Hubo casos escalofriantes. Se dice que Cuitiño, próximo a ser ahorcado, pidió hilo y aguja para coser los pantalones a la camisa. No quería que, después de muerto, sus extremidades quedaran expuestas de modo desdoroso a la morbosidad de las miradas.


El general Bendini, ¿entrará en la historia como protagonista del gesto épico de descolgar dos retratos del Colegio Militar? Es difícil imaginar que la figura del jefe del Ejército, empinada sobre una silla, con la réplica del sable con que San Martín señalara el camino de los Andes balanceando de su cinto, ingrese en peldaños similares al de algunas de las historias contadas.
Sin embargo, cualquier observador neutral -deben de ser pocos los argentinos que luzcan esa calificación- tiene que haber sentido un sobresalto cuando escuchó que el jefe del Ejército Argentino acataba con docilidad la orden de "¡Proceda!". Esa palabra recordaba una idéntica, pronunciada por el general Aramburu a sus asesinos, cuando se disponían a ejecutarlo.
Curiosa paradoja de la vida, que mediante un vocablo logra que un gesto ausente de grandeza, pequeño, deleznable, evoque el reto viril del soldado en la trágica jornada de Timote.



Foto: comunidado montonero, adjudicándose el asesinato del Gral Aramburu.

"D'enfrente", cruzando el charco, en su Día del Ejército.
Hace unos días, un amigo de la lista que acababa de regresar de Uruguay me contaba: "Días pasados se celebró en Uruguay el Día del Ejército. Yo estaba casualmente allí y pude ver por Crónica TV la ceremonia y escuchar el valiente discurso del Comandante en Jefe y a continuación, las más valientes aún respués de un General, ex-Comandante en Jefe, a un periodista de algún medio local que pretendió interrogarlo y hacerle "pisar el palito".
Detrás se podía ver a la Plana Mayor, claramente respaldando las palabras del Comandante. Y al mismo tiempo, las cámaras enfocaban a Tabaré Vazquez, que estoicamente, sin que se le moviera una pestaña, escuchó todo lo que tuvieron para decir estos Señores.
Mis respetos, señores. Me sentiría más que orgulloso de mi ejército argentino de hoy si quienes lo comandan actuaran como ustedes.
Miguel Jáuregui"

Hoy, una amiga -Alicia- me envió ese discurso que leyera la máxima autoridad del ejército vecino, con el siguiente comentario: "Aquí te estoy enviando el discurso del Comandante en Jefe del Ejército Uruguayo... El mismo no fue previamente sometido a consideración superior de cualquier integrante del Poder Ejecutivo... Qué bueno sería que aquí sucediera lo mismo...". Y sí, Alicia, ¡qué bueno sería!!! Y sí, Miguel, yo también me sentiría orgulloso de nuestro ejército si quienes lo ciomandan actuaran como los amigos charrúas!!!!!.

El discurso de un general con cojones (ups!, lo dije de nuevo...), que, sin titubear, menciona a sus camaradas  extraditados por haber combatido al terrorismo, entre varios otros temas que aquí ni se atreverían a pensar siquiera.  ¡Vaya ejemplo para los generalitos K.!!!!.



18 DE MAYO DE 2007 "Día  del  Ejercito   Nacional"

Con mis primeras palabras quiero darles a todos, la más cordial bienvenida a nuestro estadio "Cnel. Álvaro Gestido", para conmemorar los 196 años de existencia del Ejército Nacional.

La movilización patriótica que se inició con el "Grito de Asencio" y se extendió por los campos de la patria, tuvo su hito trascendente el 18 de mayo de 1811, en "Las Piedras" donde se enfrentaron las fuerzas patriotas al mando del entonces Tte. Cnel. don José Gervasio Artigas a las fuerzas realistas (españolas) al mando del Capitán de Fragata don José Posadas.

El triunfo bélico consolidó el prestigio militar de Artigas y realzó su figura como ser humano, al dar la orden de "Clemencia para los vencidos, curad a los heridos, respetad a los prisioneros", en un hecho inaudito para las costumbres y el accionar de esa época.

Es en ese momento de la gesta libertadora que nació el Ejército Oriental. El mismo surgió detrás de la figura del caudillo, siguiendo no solamente al hombre destacado por sus condiciones de estratega y conocimientos tácticos, sino también destacado por sus ideales de Libertad, Independencia, República y Federación aún vigentes en el sentir de nuestro pueblo.

Sea entonces en este día, nuestro primer recuerdo para el "Jefe de los Orientales", para el "Padre de la Patria", para el forjador de la "Nacionalidad Oriental".

El Ejército es y ha sido uno solo en el tiempo, por eso, atentos al pasado de nuestra Institución, intentamos interpretar el presente y procuramos conformar una visión de futuro, que nos permita realizar las necesarias previsiones para el cumplimiento de la misión asignada.

Sin ánimo de ningún tipo de arrogante creencia de ser  poseedores de una única verdad,  tenemos la convicción de que el futuro de nuestra Fuerza, deberá basarse en los recursos humanos que la componen, caracterizados por los atributos morales y espirituales que, desde su nacimiento en aquel lejano 18 de mayo de 1811, están incorporados al ser militar:
-          férrea moral
-          acendrado espíritu de cuerpo
-          sentimiento arraigado de pertenencia a una institución fundacional y fundamental de la Nación y
-          clara vocación de servicio y altruismo que le permita llegar al extremo de ofrendar su vida por la Patria.

En el cumplimiento de su misión fundamental y subsidiaria, el Ejército se constituye en un activo protagonista de la vida Institucional del Estado, aportando su personal y su capacidad operativa en apoyo a la comunidad, colaborando con distintos organismos del Estado e instituciones públicas y privadas en la búsqueda de soluciones para los grandes problemas que afectan a nuestra sociedad.


Un aspecto relevante de estas actividades lo constituye la integración al Sistema Nacional de Emergencias, apoyando a la población en casos de desastres. Aprovecho la oportunidad para destacar y reconocer públicamente la encomiable labor desarrollada por los integrantes de las diversas unidades de la Fuerza que sin medir días, horas, medios  ni esfuerzos; están aportando todo de sí, para colaborar en mitigar las consecuencias y daños ocasionados por las devastadoras crecientes, que han afectado a miles de compatriotas en diversas áreas de nuestro país, en los últimos días.

Como Institución de la Nación, no somos ajenos a la historia, ni a los acontecimientos que pautan la realidad nacional, completamente concientes del rol a cumplir en una sociedad con clara vocación democrática como la nuestra.

En este sentido, es propicia la oportunidad para reiterar nuestro concepto de que el supremo interés de la Nación está por encima de cualquier otro propósito, propiciando un clima de convivencia donde la libertad, la paz y el respeto mutuo, permita que todos sus habitantes puedan desarrollarse como ciudadanos, con igualdad de oportunidades y consideraciones, particularmente en el respeto de sus derechos individuales.

El Ejército Nacional como institución, no quiere ser juzgado por  eventuales acciones individuales incorrectas desarrolladas por algunos de sus integrantes, y no acepta ni quiere ser rehén de las extemporáneas y parcializadas interpretaciones históricas que sobre su accionar pretenden algunos reivindicar, olvidando que las mismas respondieron  a la acción de aquellos sectores de la sociedad que intentaron derrocar a Gobiernos Democráticos a través de las armas.

El Ejército de hoy pretende ser justamente valorado por la sociedad, de la cuál provienen sus integrantes y a la cuál se deben; por SU conducta y SUS acciones, en un marco de respeto a las Leyes y de las autoridades democráticamente constituidas.
No obstante, parecería que el odio, la venganza y la incredulidad se hubieran unido para evitar, que como sociedad, superemos revisionismos y realidades descontextualizadas que nos anclan al pasado y nos impiden emprender el camino que el país necesita y reclama, para evitar el rezago y crecer dentro del mundo globalizado en que hoy vivimos.
  
La Institución que me honro en comandar es, entre otras cosas, seria, disciplinada, organizada, leal y posee una gran vocación de servicio. Es también imperfecta; característica propia de los seres humanos que la conformamos, pero que también, concientes de esta limitación, trabajamos con mucha dedicación, esmero y entrega, intentando día a día que nuestras modestas acciones, pensamientos y decisiones materialicen su accionar, dándole vida a todo ese vasto marco legal, doctrinario, reglamentario y moral que enmarca y condiciona nuestras vidas, como a ningún otro servidor del Estado.

Camaradas de armas, nos aprestamos a cumplir el próximo 19 de junio con una actividad dispuesta por el Sr. Presidente de la República, que implica para esta noble Institución, no solo la histórica celebración del nacimiento del Padre de la Patria, sino también un momento de reflexión ciudadana que permita a nuestra sociedad, aunar filas en pos de un futuro mejor y promisorio para nuestros hijos, al que adherimos plena y honestamente, por convicción y por mandato legal.

Lo haremos con la esperanza de que ésta iniciativa, sea también analizada, meditada y compartida por la mayoría de nuestro pueblo y genere una actitud de compromiso social positivo, con muestras concretas de actitudes patrióticas como forma de contrarrestar, algunas lamentables demostraciones recientes de rencor, odio y violencia.

Tenemos nuestra mayor esperanza en que se concrete esa reconciliación de los orientales que pide el Sr. Presidente, aspecto sobre el que ya se ha legislado en nuestro país, y anhelamos que esta disposición no finalice en una mera intención que pueda inclusive ser aprovechada o acomodada a otras necesidades o intereses sectoriales; ya que la consideramos como un gran paso hacia la necesaria superación del pasado.

Confiamos en la grandeza de espíritu y en el sentido común de nuestros compatriotas para animarse a transitar en forma responsable y comprometida por este camino, sin olvidos que son difíciles, pero también despojados del anhelo de cobros pendientes, de revanchas o de venganzas.

Con respecto a nuestra familia militar, vemos que lamentablemente, situaciones que afectan hoy a nuestra sociedad, inciden negativamente también en nuestro desempeño profesional diario.

Es difícil  exigir que ponga límites a estas situaciones a un jefe de familia con doble empleo o demasiadas horas fuera de su hogar, como es el caso de la mayoría de los militares.

Directa relación tiene con lo expresado anteriormente, la necesidad de dignificar los salarios de nuestro personal, aspecto sobre el cuál no me voy a extender porque nuestro gobierno conoce plenamente estas necesidades, y mantenemos firme nuestra esperanza de que se les pueda otorgar una retribución que les permita acceder a un justo y decoroso nivel de vida, posibilitándoles atender los requerimientos básicos de su núcleo familiar.

Así como diariamente nos esforzamos por dignificar aún más nuestra profesión, es que adquieren mayor importancia que nunca las palabras, el ejemplo y guía de nuestros líderes, volcados especialmente hacia nuestros jóvenes oficiales y soldados de hoy, baluartes del futuro de nuestra institución;

¡Es verdaderamente feliz la persona que logra encontrar su realización en la tarea que realiza!.

A pesar de las contrariedades y dificultades que todos conocemos, continuemos valorando realmente nuestra profesión como una forma de crecimiento personal y profesional, descubriendo en ella un motivo de realización, de desarrollo social, que nos permita seguir sintiéndonos dignos y orgullosos de vestir con gallardía nuestro uniforme.

¡Felices aquellos que trabajan,… y vaya si es digna nuestra tarea de soldados!

Una prioridad de orden profesional es continuar con el acento especial en el apresto de nuestra tropa, atendiendo la instrucción y la  renovación del equipamiento, que nos permita en lo posible, disminuir las carencias materiales y la brecha tecnológica que hoy vivimos.

El mundo actual, caracterizado por los intentos de resolver por la fuerza los diferendos internacionales, por las amenazas de conflictos interestatales y regionales, por el terrorismo y la proliferación del tráfico ilícito de drogas, armamento y personas, entre otras tantas amenazas, exige el perfeccionamiento continuo de las estructuras castrenses del Estado; problemática cuya atención demanda una modernización de la organización militar del país(discutido en las mesas de debate sobre Defensa Nacional llevadas a cabo el año anterior) la que incluye entre otras medidas, la elevada disposición y preparación profesional para actuar cuando y donde sea necesario.

Quiero destacar la importancia que para la Institución tiene  la participación en las misiones de paz. La información permanentemente recibida, que da cuenta de la excelente actuación de nuestras tropas en las diferentes Áreas de Misión, pude constatarla personalmente en la visita que con el Sr. Vicepresidente de la República realizáramos a Haití hace pocos días.

Durante la misma recibimos múltiples elogios y agradecimientos de las autoridades de Naciones Unidas, del Gobierno de Haití y del Cuerpo Diplomático de los diferentes países participantes en la misión por la eficiencia, capacitación profesional y alto espíritu de solidaridad demostrado por nuestro personal.

También pude comprobar la magnitud de algunos problemas de orden logístico que inciden en la operatividad de nuestros Batallones, los que ya están en vías de  solución. Estas dificultades propias de la distancia que nos separa del Congo y de Haití, sumadas a las múltiples tareas que nuestro personal desarrolla en aquellas conflictivas áreas, no han sido un impedimento para que los soldados uruguayos continúen haciendo gala  de esa extraordinaria capacidad de extender generosamente su mano amiga al necesitado, o actuar con bravura y coraje cuando la situación lo demanda, como ha ocurrido en hechos recientes que han sido destacados por la prensa internacional a través del mundo, motivando inclusive agradecimientos institucionales como el recibido recientemente de su majestad el Rey de España.

Concientes de que nadie actúa en busca de reconocimientos individuales, pero convencidos de que es justo distinguir y premiar actos extraordinarios de valor, es que en esta ceremonia hemos otorgado algunas condecoraciones, las que a la vez de enorgullecernos a todos, enriquecen nuestro espíritu y alimentan nuestra mística militar. 

Soldados del Ejército Nacional, de todas las jerarquías, la confianza en los mandos, la convicción y rectitud de procedimientos, la lealtad, la disciplina y el espíritu de cuerpo, son cualidades fundamentales cuyo ejercicio aparenta ser más urgente e importante que nunca, para poder seguir creciendo moral y profesionalmente en un escenario donde abundan las promesas de soluciones fáciles, opiniones de toda índole y mensajes de quienes supuestamente, se creen poseedores de las mejores decisiones que deberían ser adoptadas por el Mando. 

Sepan que me siento muy orgulloso de comandarlos, y junto a mis felicitaciones por la fecha que celebramos, los exhorto a continuar en el esfuerzo diario, trabajando en la Instrucción y el entrenamiento, en las actividades de formación, capacitación y perfeccionamiento, en el cumplimiento de las diversas tareas que se desprenden de nuestra misión, con la seguridad de que éste es el único camino que nos permitirá día a día ser mejores personas y excelentes soldados, coadyuvando así a mantener el prestigio y respeto que nuestra Fuerza se ha sabido ganar dentro y fuera de fronteras.

Les agradezco sus convicciones, y valores morales, por actuar sin esperar recompensas, por su sentimiento del deber y por disfrutar de la insustituible satisfacción que otorga el deber cumplido.
Hago este saludo extensivo al personal en situación de retiro, a aquellos que con su rectitud de proceder, su lealtad, honor y esfuerzo demostrado, constituyen un ejemplo a seguir y un desafío para quienes orgullosos hoy, debemos cubrir sus puestos; reconociendo en particular el esfuerzo de aquellos que continúan su acción en forma personal o a través de instituciones sociales o simbólicas en pos de los más altos intereses de nuestra Fuerza.

Nuestro reconocimiento y recogimiento está también dirigido a los integrantes del Ejército Nacional de todos los tiempos que ofrendaron sus vidas en diferentes lugares y situaciones, en cumplimiento del deber.

A nuestros soldados en el exterior en cumplimiento de Misiones Operativas, nuestro saludo en este día y la exhortación a continuar con la tarea emprendida en pos de la paz y seguridad internacional.

A nuestros camaradas extraditados a Chile, nuestro especial saludo ante la difícil situación que viven hace ya más de un año y nuestra confianza en que las permanentes gestiones realizadas, faciliten su pronto regreso al país el que, en caso de materializarse, contará Sr. Presidente, con  mi garantía de asegurar, su presencia en todas las instancias y ámbitos que se les requiera.

Para finalizar, agradezco a las autoridades, camaradas, amigos y público en general que hoy nos acompañan, honrándonos y enalteciendo nuestro acto con su presencia, así como a los representantes de los diferentes medios de prensa que nos permiten llegar a los hogares de muchos compatriotas para enterarlos de nuestra celebración.

A todos:  ¡ FELIZ "DÍA DEL EJÉRCITO NACIONAL" ! …
Y muchas gracias por su atención.