El gobernador, como se había anticipado, no sólo tomó licencia sino que anunció que su decisión de incursionar en la política nacional es irreversible, le vaya como le vaya en las elecciones de octubre.
Jorge Sobisch anticipó este lunes su despedida de la política provincial. Al tomar licencia en su cargo de gobernador para emprender el último tramo de su campaña política nacional, en realidad sinceró lo que representaba el acto: la despedida del hombre que gobernó tres veces la provincia, y la asunción de un camino político que –con éxito o fracaso- está decidido a mantener hasta el último día de su vida, en la “liga mayor” de la política argentina.
Fue la de este lunes una circunstancia histórica, ya que ese “accidente” partidario, que luego se transformó en líder del MPN, dijo claramente adiós
Si se tiene en cuenta que Sobisch gobernó 12 años la provincia y cuatro el municipio capitalino, se tomará conciencia de la importancia del hecho, y del porqué de la evidente emoción que transcurrió por el acto.
Ahora, se abre un camino de transición, que compartirá Federico Brollo, compañero de ruta durante más de 20 años de Sobisch, con el gobernador electo Jorge Sapag. Y ya en diciembre, será nuevamente un Sapag quien asuma plenamente la responsabilidad de un nuevo liderazgo, en esta extraña confluencia de partido y gobierno que sólo el MPN puede mostrar en Argentina.
Los siguientes son algunos de los conceptos principales del discurso de Jorge Sobisch:
Fuimos construyendo un escenario que nos permite irnos con alegría. Me estoy yendo porque soy optimista por naturaleza. El 28 de octubre son las elecciones, pienso entrar a la segunda vuelta, y eso me lleva al 10 de noviembre. Y si entro en la segunda vuelta ¿Por qué no voy a ganar?
Me van a encontrar en un lado o en otro. No sé cuál de los dos lados es más importante. Seguramente ser presidente de los argentinos es la culminación de una carrera política. Pero ser un hombre de consulta y respetado es la culminación de una vida.
Me retiro de la función pública con la tranquilidad de haberme sentido acompañado. Y quiero decirles a aquellos a los que he peleado -pensando que mi teoría era justa- que los volvería a pelear.
Esto es la política, no es una concesión graciosa en la que nos delegan el poder para que quedemos bien con todo el mundo: la política es también pelear para defender las cosas que quiere y piensa la gente que nosotros vamos a ser capaces de hacer. Y esto es indelegable, esto no se presta. Esto no se negocia, es parte de lo que cada uno de nosotros ha construido a través de las vivencias.
Jorge (Sapag) y Ana (Pechen): cuando me vaya definitivamente, que vendré a firmar otra vez este libro, no voy a expresar palabras. Las palabras y los hechos y el compromiso es de ustedes. Pero sí quiero que sepan que me van a tener donde fuere, cuando fuere. Y sobre todo si hay que defender las ideas de nuestro partido, que ustedes dignamente van a representar.
Debo tener muchas cosas en las cuales me he equivocado. No hay ningún ser humano que no se equivoque, pero todo lo que hice lo hice de buena fe, con convicción, con este compromiso que mamé a lo largo de mi vida. Y lo hice pensando en el futuro de los que nos van a suceder a nosotros.
Hasta podría llegar a decir que sería capaz de cometer los mismos errores. Pero tiene una explicación: es imposible hacer cosas si uno no está dispuesto a cometer errores. Es imposible hacer algo si uno no está dispuesto a cometer errores. Siempre que uno haga va a cometer errores.
Fuente: Diariamente Neuquén