Carta escrita por el Coronel desde el cautiverio22 de octubre de 1974.
Mis queridos Marisita, Susanita, Arturito, Jorgito y Nita:Días pasados le escribí a mamá y a María Susanita para su cumpleaños. Pensé que sacarían algo en La Nación pero no ha salido nada.Hoy les escribo de nuevo para hacerles llegar la tranquilidad que físicamente estoy bien, de mi asma mejor, dispongo de todos los remedios y soy bien tratado. Quiero saber como anda mamá y en especial vos Marisita querida. A todos los extraño muchísimo, de noche, antes de dormirme, hablo con todos Uds. Y trato siempre de hacerte tu lugar en mi pecho.No bajes la guardia Marisita y seguí adelante. Nita y los chicos te ayudarán y podrás continuar conduciendo la familia. Les agradezco infinitamente a mis hermanos y a todos los amigos, personal del Ejército y de la Fábrica que te ayudan en esta emergencia.A mis hijos y ahijado especialmente, que no olviden mi mensaje: “Aún suceda lo peor, no deben odiar a nadie y devolver la bofetada poniendo la otra mejilla”.María Susana puede ya sacar el carnet de conducir con 18 años cumplidos. Le pido que maneje despacio, prefiero que lo haga como Don Ajona y no como Reuteman. Hay que hacerle el seguro al auto, pueden hacerse asesorar con alguno de mis hermanos y hacerlo en el Automóvil Club.La cartita de mamá muy linda, plena de esperanzas y muy alentadora.El domingo fue el día de la madre. Pensé mucho en las nuestras y en ti Marisita. Madre mejor que vos no habrá en la tierra.Estoy enterado de la designación de Fornari como Director de la Fábrica. Decile que no me deje parado ninguno de los proyectos que teníamos. Si siguen viviendo en Fábrica el año próximo, Marta Fornari te hará bastante compañía.No dejen de ponerme aunque sea unas líneas en el diario para saber cómo están. Necesito de esa tranquilidad para poder sobrellevar mi cautiverio.Que los chicos no dejen de estudiar y Jorgito no deje de ir a la psicóloga. Vos, por supuesto, no abandones el apoyo psiquiátrico.Para todo el personal militar, de profesionales, técnicos, capataces, empleados y operarios, para mis compañeros, mis amigos, para las Hermanas Rosarinas, para mis alumnas, un cariñoso abrazo.Para mis hermanos, sobrinos y sobrinos nietos, el recuerdo permanente mío y mi agradecimiento por su compañía.Para mamá y para Uds. cinco grandes amores, especialmente para ti Marisita querida un beso grandote de quien mucho los quiere y permanentemente los tiene presente.
Vasco.
Mas documentos en
Fuente: Seprin
