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Piquetes en Rosario

De :Gloria

EN ROSARIO EMPEZARON. Estas cosas siempre comienzan en el interior.
¿Serán las primeras cenizas que empieza a largar el Volcán donde estamos sentados?

Rosario: Extreman las medidas de seguridad por temor al retorno de los saqueos (¿Volvemos al '89?)
Esta mañana se registraron algunos hechos violentos en la capital santafesina y los dos centros comerciales de la ciudad han bajado sus persianas por temor a que se produzcan saqueos. Los piquetes en reclamo por mayores respuestas del Gobierno a los damnificados por la tormenta del 15 de noviembre continúan, ahora con la presencia de grupos activistas. El temor a un desborde social en Rosario está latente desde 1989, cuando comenzaron los saqueos -que luego se extenderían por el país- que precipitaron la salida del gobierno de Raul Alfonsín.

Piquetes en Rosario. (Foto: La Capital)

En Rosario se vive un clima tenso por estas horas. A media mañana se registró mucho movimiento en la zona sur y se vivieron momentos de extrema tensión en un supermercado chino y en un comercio de zapatillas. Debido a estas circunstancias, y por temor a posibles saqueos, los dos centros comerciales ubicados en el centro de la ciudad bajaron sus persianas. ¿Vuelven los saqueos a Rosario? El temor a un desborde social en esa ciudad está latente desde 1989, cuando comenzaron los saqueos -que luego se extenderían por el país- que precipitaron la salida del gobierno de Raul Alfonsín.
Todo comenzó el 15 de noviembre, cuando un fuerte temporal de lluvia y granizo destruyó cientos de hogares en la capital santafesina. La protesta de los damnificados en reclamo de ayuda gubernamental no se hizo esperar, y se manifestó en numerosos piquetes por la ciudad.  El Comité de Crisis dispuesto por el gobierno para ayudar a los afectados dio por finalizada la asistencia: se entregaron 50 mil chapas a 12 mil familias en una semana y ahora se empezarán a atender casos puntuales. La ayuda evidentemente no fue suficiente por lo que aún persisten los reclamos.
El pasado lunes, activistas de la Corriente Clasista Combativa (CCC) y del Polo Obrero estuvieron mostrándose mucho por la zona sur de la ciudad, y se sumaron a las protestas de los damnificados.
El gobierno provincial ha incrementado por estas horas la seguridad en el lugar, temiendo lo peor. El ministro de Gobierno Roberto Rosúa aseguró que 60 móviles y casi 500 efectivos controlarán que los piquetes no se desborden y evitar nuevos hechos violentos. Rosúa aclaró  que esto no modifica la política de disuasión de los piquetes y no de represión, pero que se actuaba "en respuesta a los hechos registrados".
Es que ayer, la vicegobernadora María Eugenia Bielsa, el intendente de Rosario Miguel Lifschitz, y un nutrido grupo de colaboradores de ambos, brindaron una conferencia de prensa en el Salón Carrasco de la Municipalidad de Rosario, donde se repasó lo actuado por los tres niveles del Estado en torno de la ayuda prestada a los damnificados por el temporal de granizo que afectó a la ciudad el pasado miércoles 15 de noviembre.
En conferencia de prensa, el intendente y la vicegobernadora condenaron el activismo pero aseguraron que no van a reprimir violentamente.
"Acá hay dos intereses que se contraponen, por un lado los piquetes, en una demanda concreta, que consideramos legítima, pero también está el derecho real que tenemos los ciudadanos a circular", dijo la vicegobernadora.
Por su parte, el intendente Lifschitz señaló que "nos parece que la represión de la protesta social, la represión violenta no contribuye en nada, incluso puede generar otros hechos de violencia. Por eso nosotros somos partidarios de la disuasión, la negociación, el diálogo, y la distintas alternativas que permiten resolver los problemas sin llegar a la violencia".
Cabe destacar que el diario La Capital de Rosario publicó el lunes que durante los días posteriores a la tormenta arreciaron rumores sobre posibles saqueos. Sin embargo, al charlar sobre el tema con el personal de Promoción Comunitaria que está trabajando en los barrios, agentes policiales y de la GUM, e incluso con los propios piqueteros, se registró sólo negativas.